domingo, 26 de diciembre de 2010

Pensamientos de Sergio una tarde de Navidad

Sergio sonrió mientras bajaba a la calle en busca de esas dichosas cajas. Al parecer, Ángela volvía a ser Ángela. Y eso era mucho pedir después de tres meses de lágrimas y alcohol. Maldito Aldo, ¿cómo fue capaz de no darse cuenta de todo lo Que hacía?... Por lo Que había entendido en las raras ocasiones en los Que Ángela aceptaba hablar del tema, Aldo conoció a la Que ahora era su novia hacía un año, cuando llevaban alrededor de un año ya viviendo juntos. Que más o menos coincidió con aQuel “momento” en sus vidas… El aniversario de la muerte de Ernesto, “Ernie”, un compañero de Ángela del instituto, y gran amigo suyo, Que falleció en un trágico accidente y del Que Ángela siempre evitaba hablar. Ángela también solía decir Que ella siempre se preocupaba porQue Aldo fuera decente a las citas, aun sabiendo Que ella prefería ser la cita… A los tres meses Aldo se fue de viaje con esa chica a Madrid, dejando sola a Ángela por primera vez en 18 meses, y  ésta sufrió su primera crisis de pánico en tanto tiempo… Y el resto él ya lo sabía bien… La novia de Aldo le convence de Que no debe vivir con Ángela sino con ella, Ángela le confiesa Que se ha enamorado de él… Él está a punto de confesarle Que siente lo mismo, pero decide Quedarse con su novia y se va… ¡¡Pero cómo pudo elegir a alguien Que no fuera la chica Que ha vivido a su lado durante 2 años!!  Pasase el tiempo Que pasase, Sergio nunca podría entender esa decisión… Cajas, cajas, ¿de dónde saco cajas yo en Navidad?

sábado, 25 de diciembre de 2010

Navidad: Momento perfecto para tomar el control.

-  ¡Despierta, duendecilla! Creo Que ya es hora de Que dejes de dormir…

La voz de Sergio sacó a Ángela del ensimismamiento en el Que llevaba ya varias horas. Pese a haberse despertado a una hora relativamente normal, por una vez no había comenzado su andadura por toda la casa, sino Que prefirió Quedarse en la cama, acurrucada, mientras miraba por la ventana la parte de la ciudad Que vivir en un tercer piso le permitia disfrutar desde su cama a través de aQuel cristal.

Sergio se sentó en el borde de la cama y le puso sobre la mesilla de noche una taza de chocolate caliente.
Desde su posición, Ángela podía ver cómo salía humo de la taza, pero sobre todo podía notar la preocupación de Sergio, patente en su rostro e incluso en cómo retorcía las manos mientras esperaba Que Ángela se incorporara.

- Sergio, basta. Ya estoy mejor. Sé Que llevo un par de semanas bastante… ¿Qué palabra puedo usar para describirlo? Apática, desinteresada, apagada… Escoge la Que Quieras. Y te agradezco con todo mi corazón Que no me hayas dejado sola en todo este tiempo, sobre todo sabiendo Que has evitado Que siguiera cometiendo locuras pero… No. Pero no. Simplemente, se acabó. Esa parte de Ángela no va a volver a aparecer. No más llantinas, no más noches en bares de mala muerte bebiendo cuánto podía hasta perder el conocimiento, ni más mañanas despertándome en camas de gente Que no conozco. Se acabó perder el control.
- Me alegra conocer esa decisión, pequeñaja. ¿Eso significa Que mi misión contigo ha acabado?

- En realidad, no. En primer lugar, necesito Que vayas a hacer la compra. Bueno, te haré una lista, necesito mil cosas Que con todo esto no he comprado, y paso de volver a comer bocadillos todo el día. Mientras yo me daré una ducha, y volveré a parecer una persona normal.

- Ehm… Ángela… La compra va a tener Que esperar. Hoy es Navidad, ¿Dónde piensas comprar? Ademas, creo Que deberías llamar a tus padres, llevan todo el mes tratando de hablar contigo, pero siempre estabas demasiado borracha o dormida para contestar.

- Ah, sí. Bien, me ducharé y les llamaré. Y habrá algún 24 horas donde comprar lo básico y urgente, ¿no?

Ángela se dedicó a garabatear la lista en una hoja del bloc de notas Que tenia sobre la mesilla, mientras Sergio escribia un sms.

- ¿Y ese mensaje? ¿Tienes una amiguita y no me lo habías dicho?

- Ja, ja, ja. Que graciosa. No, es para reservar un par de noches más en el hotel. Supongo Que me necesitarás por aQuí.

Ángela se Quedó pensativa mientras Sergio seguía a lo suyo. Sergio llevaba más de 3 semanas durmiendo en un hotel, aunque más de la mitad de las noches las había pasado en el sofá de su salón, cuidándola. Sabía Que vivía en un pueblo bastante alejado de la capital, y Que por esa misma razón pasaba muchas horas en el coche yendo y viniendo a la universidad, pero no se había parado a pensar en el gasto de pasta Que Sergio se estaba dejando en ella.

- Sergio, antes de mi ducha, antes de ir a comprar, e incluso antes de llamar a mis padres, necesito hacer otra cosa. ¿Podrías ir abajo y conseguir algunas cajas de cartón?

- ¿Cajas de cartón? ¿No iras a montarte un castillo como las niñas pequeñas no? – Sergio no pudo evitar bromear con esa idea. Al fin y al cabo, ¿para Que podía necesitar cajas?

- Aldo lleva dos meses sin aparecer por aQuí. Dos meses sin llamar, dos meses sin contestar. Dos meses sin preocuparse por nada de lo Que dejo aquí, ni por sus cosas, ni por mi. Y puesto Que he decidido tomar en control de mi vida de nuevo, lo primero Que debo hacer es vaciar su cuarto. Por eso Quiero las cajas. Tú y yo vamos a coger todas sus cosas y empaQuetarlas, y yo llamaré a la madre de Aldo para Que nos diga donde vive ahora. Y entonces, sólo entonces, podré seguir tranquila.

- ¡Ah, perfecto entonces! Pues voy a ver donde encuentro cajas de carton un sábado Que encima es Navidad, pequeña caprichosa. – Se levantó y comenzó a caminar en dirección a la puerta.

- ¡Sergio, espera! Tengo algo más en mente.

- ¿De Qué se trata?

- Pues trata simplemente de Que ya esta bien de tanto coche, ya esta bien de tanto hotel. Tengo un cuarto libre en mi piso, ¿no?. ¿Qué mejor compañero Que alguien Que me ha soportado en mis peores momentos? Es hora de Que conozcas a la verdadera Ángela.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

El angel de la guarda entra en accion.

Ángela lleva más de una semana sin ir a clase. No sabe en Qué cajón guardó su personalidad dura, independiente y solitaria, porQue ahora Que Aldo no está, no logra encontrarla por ninguna parte. Ni eso, ni sus ganas de luchar, ni su sonrisa... Chica, esperábamos más de ti.


Todo se le fue de las manos demasiado deprisa. La reaccion de Aldo al saber el porQué de su marcha, los silencios incómodos, Eliza... Todo se unió para despojarla de él en menos de 3 meses. El piso ahora era demasiado grande para ella sola, y demasiado peQueño para compartirlo con nadie Que no fuera el. El cuarto de Aldo lleva cerrado desde Que el le "comunicó" que se iba. Sí, en medio de una discusión no era el mejor momento. Como tampoco fue el mejor momento para decirle Que le Quería, pero ¿Qué más da? Ángela siempre se caracterizo por elegir los peores momentos para las peores decisiones.


Y ahora Que, ¡POR FIN! Tenía claro Que esos dos años compartiendo su vida con él eran los mejores de su vida, ahora Que notaba ese remolino en el estómago cada día al llegar a casa, ahora Que por fin se dio cuenta de Que cuando hablaba con el no podia evitar morderse el labio... Ahora, él ya no está. Y ella tampoco, en realidad.


Tirada en un sofá, pijama, bata y zapatillas de andar por casa. El pelo... mejor no hablar de él. No come más Que helado desde hace 2 días. Un nuevo ataQue de pánico... Que delicia de chica eres a veces, Ángela.


- Definitivamente, creo Que necesitas Que te eche una mano, ¿eh peQueña?
-¿Sergio?
-No preguntes como he entrado. He tenido Que sobornar, ligar y, sí, prometer cenas y citas, pero he llegado hasta aQuí.
- Pero... ¿Que haces aQui?
- Salvarte, como siempre. De ese chico. De ti misma. De tus miedos. De volver al psiquiatrico. PeQueña, ¿Creias Que tu angel de la guarda se olvidaria de ti?

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Su pequeño gran Angel Guardian

Ángela no dejaba de dar vueltas ante el espejo, ¡se veía tan bonita esa noche! Con su vestido blanco y sus tacones, parecía toda una damita. Labios rojos burdeos, como si el tono rojizo del vino se hubiera adherido a sus labios, y cabellos castaños, ahora lisos, haciéndole cosQuillas en la espalda. Sencillamente, estaba perfecta. Lástima Que Aldo no estuviera en casa para verla...


- Nada de llorar, peQueña. No permitas Que se te corra el maQuillaje... - Sergio la miraba apoyado en el marco de la puerta con la sonrisa de resignación que ponía cada vez que Ángela lloraba. Se acerco a ella y apoyo la cabeza en su hombro - Aldo volverá, Ángela. Volverá, y se pondrá de rodillas para que le dejes volver, y dejara a esa estúpida y...
- ¿Y si no Quiero Que vuelva? - Le interrumpió Ángela.
- Si no Quieres Que vuelva, me pondré en la puerta noche y día y no le dejaré pasar....

martes, 7 de diciembre de 2010

En las calles de Vegueta...

Llevaba como dos horas vagando por las callejuelas del barrio de Vegueta, con la música tan alta como sus oídos (y el iPod) le dejaban, recordando mil momentos vividos en aQuellas calles, con personas Que ahora no la acompañaban. Tantos abrazos, besos, sonrisas, lagrimas, fotos, canciones... Recuerdos...


¿Que coño pintaba Ángela a las 6 de la mañana de un miércoles cualQuiera yendo calle arriba y calle abajo como una loca trasnochada? 


Ni siQuiera ella lo sabia. Se despertó a las 4 y se sintió SOLA. Completamente sola por primera vez tras mas de un año compartiendo piso con Aldo (mira Que tener la primera crisis de pánico en 18 meses justo cuando Aldo estaba en Madrid...) Y lo único Que se le ocurrió fue echarse a caminar...


Dichosa niña bipolar...

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Noches de lágrimas

Angela esta sentada en la ventana de su habitacion. Lleva en la misma posicion, mirando hacia las montañas Que hay tras la ciudad, al menos dos horas. Hace mas de una Que dejo de llorar... ¿Para Que?

Se deja llevar por la tristeza Que la ahoga, y sueña. Sueña con su pueblo. Con su cama, desde la Que se ve el nogal Que esta en el callejon. Sueña con un chocolate caliente de su madre, sueña con un abrazo de ella, con tenerla a su lado para contarle porQué se siente tan mal... Pero ni ganas tienes de ir a buscar el móvil a la mesita de noche. Así Que sigue allí, aún teniendo hambre, aún titiritando de frío, aún sin lágrimas... No Quiere moverse, y termina por Quedarse incomodamente dormida pegada al cristal helado de la ventana.


Aldo llega a las 2 de la mañana. Tercera cita con la chica de su facultad. Hoy ha ido todo rodado, aunQue él se echó parte del helado del postre encima, y ella sólo se rió con esa risa tan suave y le Quitó importancia al asunto. Cree Que es la primera vez Que todo le sale tan bien... Trata de no hacer ruido para Que Angela no proteste por haberla despertado, y se Quita los zapatos en la entrada. Canturrea una canción infantil de camino al baño, mientras se desanuda la corbata y se Quita la camisa, y es entonces cuando, al pasar por delante del cuarto de Angela, mira hacia la cama como medida de "prevencion". Se asusta al no verla en ella, y luego se fija en Que esta en la ventana. Sonríe. Entra al baño, se pone el pijama... Y al salir del cuarto, no puede evitar acercarse a la chica, con intención de echarle una manta por encima (No es la primera vez Que Angela se duerme en la ventana, debe de encontrarla cómoda, porQue si no, se le ha vuelto masoQuista...) pero se da cuenta de Que ha estado llorando. 

¿Llorando? No, llorar no. Esta muchacha ha soltado hoy los siete mares por sus ojos. Impresionante. ¿Que le habra hecho tanto daño? Se le pasa por la cabeza despertarla, pero luego piensa en el "Mal humor vespertino marca Angela" y decide simplemente pasarla a la cama. Con sumo cuidado, baja las sabanas de la cama y la pasa en brazos hasta ella. Cuando iba a taparla, penso Que Quizas estuviera incomoda, asi Que, con el mismo cuidado con el Que la habia llevado a la cama, la desvistio y le puso el pijama. No era la primera vez, pero normalmente Angela andaba lo suficientemente borracha como para Que Aldo no se sintiera incomodo por hacerlo. La tapó, besó su naricilla morada, y se marcho a su cama. 


No pasaron ni 2 horas cuando Aldo despertó sobresaltado. Angela llevaba un rato tratando de despertarle, pero el señorito "ni la tercera guerra mundial podría despertarme" no se inmutaba. 

- Angela, ¿Qué pasa? - Angela sigue callada, y empiezan a brotar lagrimas de sus ojos. Aldo se incorpora en la cama y mira la hora : 03:45. Casi las cuatro de la mañana. Pero Angela no habla, solo llora. Y a Aldo solo se le ocurre una solucion: toma de la mano a Angela y le hace señas de Que entre en su cama. Ella sigue llorando varias horas, no logra dormirla hasta las 6 de la mañana, pero esta bastante mas tranQuila ahora Que esta adormilada en el pecho de Aldo...


- Princesa, un día de estos estaría bien Que me explicaras Que es lo Que te pasa por la cabeza... Eres la bipolar más hermosa de esta ciudad, pero eso no Quita Que Quiera comprender.

martes, 9 de noviembre de 2010

Pesadilla I

Por si has perdido el tino, hoy es 25 de noviembre. Y llueve. Llueve muchisimo. Para ser las 6 de la tarde, casi ha oscurecido en la ciudad, y Aldo corretea por las calles tratando de llegar a casa sin empapar su ropa por completo... Hoy, la chica de ojos azules de 2ºF se le ha Quedado mirando, y cuando se ha dado cuenta, ella le ha sonreido para luego entrar a su clase. Y eso para el... Es demasiado irreal. 

Asi llega a casa: Sonrisa de oreja a oreja, la ropa empapada, las deportivas llenas de barro y el pelo como si recien hubiera salido de la ducha. Es el chico mas feliz de la Tierra hoy.

Pero a veces no todo sale como esperas...

Al entrar, despues del momento de felicidad extasiante Que parece darle luz al dia y hasta hacer Que los pajaros canten, se percata de Que no hay musica puesta. En realidad deberia haberse dado cuenta antes incluso de entrar a casa, porQue Angela siempre pone musica a esa hora y se oye desde Que el ascensor pasa del tercer piso. Pero iba demasiado embelesado con esa chica. En realidad, es logico: es la chica perfecta. El tipo de chica con el Que Aldo siempre ha soñado. Que le haya sonreido es, cuanto menos, inusual.

Espera. Hoy no hay flores en el florero del salon. Ni siQuiera hay florero. Pero el recuerda Que esta mañana esta alli. Recuerda Que habian tulipanes, y alguna otra flor mas de esas Que a Angela tanto le gustan... ¿Donde esta ese dichoso florero? ¿Y donde esta Angela?

La casa sigue en silencio. Busca en el lavavajillas, en los armarios... El florero no esta. 
- Quiza Angela lo haya llevado a su cuarto... - Piensa, y se interna en el pasillo Que conduce al dormitorio de Angela, situado al final del corredor, dejando a un lado su cuarto y al otro el baño.
Al entrar, lo primero Que le sorprende es lo poco caotico Que esta el cuarto. Bueno, esta bastante caotico, pero en el caso de Angela nada sorprende, ya Que su lema es " ordo ab chaos" (Orden en el caos), pero... Esta todo ¿colocado? Sí... Quiza la cama no este hecha, o sus sandalias esten tiradas por el piso, pero el escritorio esta completamente despejado... Despues de acercarse al escritorio en busca de alguna pista, se gira, y mira fijamente el armario. Falla algo. Falta algo. Angela, ¿Que ha pasado contigo?

Se acaba de dar cuenta de Que es lo Que falla. Sobre el armario habian dos cajas de carton, Que Angela trajo consigo el dia Que se mudo, Que le prohibio abrir, y Que nunca abrio. Aldo empieza a asustarse. Abre desesperado los cajones, las puertas del armario; revisa angustiosamente la mesilla de noche, los cajones de la zapatera... Todo. 
Y todo esta bien. Pero en todos sitios falta algo. Un jersey, unas deportivas, un bolso, un libro... Y algo mas. Falta algo mas importante. Mas importante Que esas dos cajas vetadas sobre el armario. Mas importante Que el libro Que descansa sobre la mesa de noche de Angela desde Que se lo regalo una tarde de marzo, para celebrar Que hacia 6 meses Que era "libre", Que hacia 6 meses Que compartian el piso... No, era mucho mas importante. Faltaban tres marcos de fotos. Uno contenia una foto de Angela con sus padres y su hermana peQueña. Otra, contenia a las tres mejores amigas Que tenia Angela en su pueblo. Y la tercera era una de ella con un chico. Ese marco en cuestion solia estar girado o tumbado, pero Angela nunca Queria hablar sobre ello.

¿Puede ser Que Angela se haya marchado? ¿Que le haya dejado tirado despues de tanto tiempo juntos? No... Ella no haria eso. Ella le contaria sus problemas. Ella siempre ha confiado en el. Incluso cuando no vivian cerca. Siempre. Por email, por telefono, o por carta. Siempre... 
Ya no sabe Que hacer. Se siente completamente estupido desesperandose porQue Angela no este alli. Pero, por alguna razon, tiene miedo. 

Regresa al salon y marca en el telefono el numero de la madre de Angela. Mientras espera a Que le contesten, revisa mentalmente el salon. ¿Falla algo tambien aQui? ¿O es su mente la Que trata de jugar al escondite con el?

En casa de Angela nadie responde el telefono. Tampoco saben nada las amigas de Angela, cuyos telefonos estan apuntados al lado del aparato. Siente algo Que le ahoga. ¿Que esta pasando? ¿Es solo una pesadilla? ¿Por Que la ausencia de un jarron le provoca tales estremecimientos? Y Angela sigue sin responder a su movil...

De repente se siente mal. Muy mal. A duras penas logra llegar al sofá, justo a tiempo para caer rendido en él, y Quedarse dormido. ¿Que le ocurre? ¿Todo es una pesadilla, o son los nervios los Que le han traicionado?

Angela, ¿Donde estas?

miércoles, 7 de julio de 2010

Citas

Aldo corretea por el piso de un lado al otro. Del baño a su cuarto, otra vez al baño, al salon, a su cuarto y de nuevo al baño. Se cambia de camisa varias veces, y se prueba una y otra vez una corbata. En la cocina, Angela lo observa como si se tratara de uno de esos documentales curiosos Que ponen los sabados por la mañana.

- ¿Se puede saber Que has tomado esta mañana? Yo Quiero un poco...
- Angela, no te hagas la graciosa... esQue no se si ponerme la camisa azul o la blanca, y la corbata...¿Queda muy seria o Queda bien o...?
- Aldo... ¿Tienes una cita? - Angela casi no puede contener sus ganas de reir, por lo Que la sonrisa se asoma por las comisuras de sus labios. Al verse reflejado en sus ojos, Aldo se siente estupidamente nervioso...
- Si... He Quedado con una chica de mi clase para ir al cine y a tomar algo pero no logro decidirme y...
- Ve al cuarto. Ponte una camiseta, repito, CAMISETA, y si es negra mejor. Y ven a Que te vea.
Aldo duda primero, y luego se decide a acatar la orden dada. Llevarle la contraria no suele ser inteligente... 3 minutos despues sale del cuarto, camiseta negra puesta, y espera la aprobacion de Angela Que parece no llegar.
- Acercate - El obedece, y ella se entretiene en ponerle la corbata roja Que trataba de conjuntar antes - ¿Ves? Asi estas genial... Ademas, ¿Como pretendias ponerte tu solo la corbata? No sabes hacer un nudo de corbata ni en la Wii... Estas guapisimo Aldo. Disfruta de la noche, ya me contaras mañana.
Ella le besa la mejilla, y luego se marcha a su cuarto con ese andar Que parece Que mas Que andar vaya dando peQueños saltitos...
Que manera de hacerle sentir inseguro y seguro a la vez tiene esta chica...

martes, 6 de julio de 2010

In Albis

Aldo anda despistado por la calle, en apariencia eterna e infinita, que le conduce a los autobuses. Choca varias veces con algunos transeuntes, unos no tan simpaticos como otros... A duras penas logra llegar a la estacion de San Telmo, y coger el autobus Que le lleva a casa... Cuando logra llegar, aun tiene la mente en esa mesa, en ese folio, esa hoja de papel en blanco. No sabe como se ha dejado ir otra vez, como le ha temblado la mano al escribir y como le ha titubeado la voz al recordarle su apellido a la profesora al entregarlo. Ni siQuiera recuerda como llego a San Telmo. Tarda casi 20 minutos en lograr abrir la puerta de casa, y luego de cerrarla, simplemente se desploma sobre el sofa. No le Quedan fuerzas ni para encender el televisor. 

No habrian pasado ni 15 minutos cuando ella sale de su cuarto. Pantalon corto, camiseta demasiado larga (¿eran cosas suyas o era una de sus camisetas? He ahi la razon por la Que "la lavadora se la habia tragado") y el pelo tan alborotado como si recien se hubiera despertado. Y la sonrisa de una chica Que no esta del todo cuerda, ni del todo loca. 

- ¿Otra vez?...¿Que ha sido esta vez, los nervios, la resaca?...
- No lo sé... Ni tan siQuiera se si suspendi o son solo imaginaciones mias...

Ella se sienta a su lado. Se acurruca en su pecho, como si fuera ella la Que necesita ahora sus mimos. 
- Has aprobado. Yo lo sé. Tú lo sabes. Y tu profesora tambien lo sabe. Ahora respira. Y dejame dormir un rato aQui...
- Angela, no pienso hacerme ilusiones, seguro Que he suspendido y...
- Aldo, callate. Confio plenamente en ti.

Angela sonrie. ¿Ocultarle la llamada de su profesora felicitandole por su aprobado es cruel? Puede... Pero la mente de Angela es un mar en el Que es peligroso zambullirse...

domingo, 4 de julio de 2010

Un dia cualQuiera, a una hora cualQuiera...



- No soy para nada la chica con la Que pensaste Que compartirias piso, ¿verdad?
- Exacto. Eres muchisimo mejor. Quizas seas el tipo de chica Que se retrasa en el pago del alQuiler, o la Que deja algo en el fuego y solo se acuerda de apagarlo cuando le llega el olor a Quemado, pero tambien eres LA CHICA. Esa Que responde a mi llamada a las dos de la mañana para oir mis Quejas. Esa Que siempre tiene una peli, un libro, una cancion o un comic para hacerme feliz...
- Aldo, no tienes remedio...